What a way to go!
En cuanto me propusieron la posibilidad de expresar mi visión cada mes sobre la moda no sabía cómo desarrollar esa perspectiva propia. ¿Cómo entretener a un público ávido de arte y moda? El único interrogante que merodeaba mi cabeza era ¿Qué camino tomar?
Y descubrí que estamos a comienzos de año, comienzos de los dictados de la moda. Las principales maisons ya han publicado las campañas publicitarias que protagonizaran el sueño de un verano ideal (Dolce&Gabbana). Las pasarelas masculinas están en su mayor apogeo en las colecciones del otoño-invierno próximo, y por supuesto, vamos a ser testigos de la pasarela más importante que tenemos: La esplendorosa alfombra roja de los premios del cine.
La alfombra roja es la gran apuesta del arte y la industria de la moda. En ella las estrellas que nos hacen soñar en el celuloide dan realidad por una milésima de segundo a la realización de un trabajo arduo, tras una colección, de los más selectos diseñadores. Ejemplo más cercano son los globos de oro. Durante un instante viajamos a la estela de las grandes divas. Pensando poco a poco en qué camino tomar, llegué a la sesentera película What a way to go! conocida en España como “Ella y sus maridos”. Un film lleno de guiños a los géneros del cine inundado de un sabor humorístico y naif.
Recuerdo la escena en la que Shirley MacLaine y Robert Mitchum protagonizan un divertido homenaje a las grandes producciones de Hollywood; un vestuario espectacular que corrió por las portentosas manos de Edith Head. Pienso que las divas de antaño gozaban de personalidades únicas. Su brillo no tenía precedentes y sus diseñadores marcaban los dictados del savoir faire. Esas estrellas eran las eternas musas de sus modistos. Nadie olvida una Audrey Hepburn de Givenchy o una Catherine Deneuve de Saint Laurent.
¿Entonces la moda sufre una crisis espiritual? La moda es más que una inspiración; es una forma de vida. Para mí la moda es un sentir. Reconozco que nos encontramos en tiempos difíciles para todo, donde la libertad se encuentra coartada por la regulación del mercado. Sin embargo, se puede aprovechar esta ocasión para ser más libres que nunca. Ejerzo mi libertad junto a vosotros y os doy mi opinión: La moda no está de luto.
La moda está más viva que nunca. Y espero disfrutar junto a vosotros de esta forma de sentir. Deseo convertirme en un Cary Grant de Atrapa a un ladrón hitchcokiano y junto a una de mis musas Grace Kelly robar todas las joyas posibles. En este caso, queridos lectores, sois mis joyas más preciadas. Puedo concluir que ya sé cuál camino tomar. ¡Hasta el próximo ejemplar!
Adiós al salvador
En 1997 un joven Nicolás Ghesquière aterrizo a la capitanía de la maison Balenciaga. La casa de moda se encontraba hundida en el fiasco absoluto después de unas desastrosas colecciones de su antecesor. Era necesario otorgar el antiguo esplendor del que hizo alarde durante años la maison.
Ghesquière escenificó el milagro de la salvación. Su objetivo principal era respetar los orígenes del gran Cristóbal Balenciaga. Llegó el salvador con una filosofía de creación: “tradición, historia, moda y contemporaneidad”. El salvador avivó el nombre de Balenciaga recuperando su principal herencia en el “vanguardismo”, siempre bajo la libertad de creación sin limitarse a los dictados de la historia de la firma; sin caer en la creación literal y nostálgica. Simplemente Nicolás Ghesquière interpreto a Cristóbal Balenciaga e impuso su visión del diseñador en la actualidad.
Durante la colección pret-a-porter de Otoño/Invierno en febrero del 2001 se bautizo el salvador de Balenciaga como un diseñador “totalmente original” en palabras de Suzy Menkes. Ghesquière se trasmuto a la celebrada originalidad que en tiempos de Dior una importante especialista de moda americana denomino como “New Look”. El “New Look” de Nicolás era la frescura de un Balenciaga más cercano al futuro que al presente o pasado. Ese año la novedosa colección no pudo satisfacer la demanda de los parisinos ávidos de Balenciaga. ¡Nació el salvador!
Durante estos 15 años Nicolás ha continuado sorprendiendo tanto a especialistas como clientes con sus colecciones creando piezas de culto. Sin embargo, el salvador se despide de la maison Balenciaga en busca de una autorrealización personal. La última colección para la firma de este artista manda un “à plus tard” en la primavera-verano 2013. ¡Adiós al salvador!
El presidente de la empresa François-Henri Pinault despidió al creador con estas palabras: “Cristóbal Balenciaga era un maestro, un genio cuya visión vanguardista ha dictado las grandes tendencias de la moda, inspiración de numerosas generaciones de creadores. Nicolás ha sabido aportar a la casa Balenciaga su talento único, y su trabajo ha contribuido de manera esencial al posicionamiento de la misma”. Simplemente aclarar que Nicolás Ghesquière se ha implantado en la historia de la moda como otro maestro, y por supuesto, como el salvador de la herencia Balenciaga.
Seguiremos pendientes del artista y de la evolución de Balenciaga. Os aconsejo visitar el museo Cristóbal Balenciaga en Guetaria para empaparos de algo único e inmejorable como es la moda y el arte. ¡Hasta pronto mis queridas joyas!
Y la luz se hizo
Al principio Cuca Solana creo Cibeles fashion week, la pasarela era un lugar inhóspito donde año tras año se intentaba llegar a un público internacional que hablara de los diseñadores españoles; después, Cuca se sorprendió con algo inaudito: por primera vez se reconocía el trabajo arduo de un modelo masculino “Hágase la luz” Y la luz se hizo.
Génesis cibeliano cap 1
Con esta metáfora quería celebrar el premio L’Oreal al mejor modelo de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. Cada temporada L’Oreal Paris, maquillador y peluquero oficial de la pasarela madrileña, otorga dos premios que definen la excelencia del diseño y del modelaje. Antonio Navas uno de los niños de Eduardo Sayas, ese rey midas de los modelos masculinos, se ha llevado el premio a “la mejor modelo”. Es la primera vez en la historia de este premio que un modelo masculino se lleva la titularidad de L’Oreal. Un premio que hace unos años necesitaba tomar un perfil masculino. Dentro del modelaje español el mayor reconocimiento internacional está destinado a nuestro modelos masculinos patrios. Se ha hecho justicia con Antonio Navas, sin embargo, este premio debería ser una simbología al trabajo de, por ejemplo, Jon Kortajarena.
Cuando hablamos de modelos españoles nos llega a la cabeza Jon Kortajarena, Andrés Velencoso o Joan Pedrola. Esos chicos que han protagonizado las principales campañas y pasarelas internacionales. Tenemos buenas modelos españolas pero reconozco que su transcendencia no es tan alta como la de los chicos de Eduardo Sayas. Por lo tanto, era necesario este reconocimiento que el propio Navas cerró con broche de oro donando los 6000 euros del premio a una causa benéfica.
El otro premiado de la jornada fue Juan Duyos por su colección inspirada en las distintas Españas que se respiran en los cuadros de Zurbarán y Goya. Un toque del cineasta Berlanga y la racialidad emocional de Camarón escenificada en pasarela por la cantaora Chelo Pantoja. Una colección comedida que inspira la España high class de años pasados. Esta vez Duyos visiona un otoño-invierno colorido con naranjas, magentas, verdes y azules mezclados con tonos tierra y vino. El sabor mediterráneo toma movimiento con muselinas, satenes, paño, encaje de mohair sobre tul y volantes sutiles que susurran un “¡olé!”. Destacable los zapatos de ante, piel plateada y tacón de asta propuesta de una España moderna. En mi opinión, la fashion week madrileña expuso mejores trabajos. Creo ver un acto de celebrar al diseñador por su colección de gran sutileza y gusto para esta próxima primavera-verano. Citación especial a la incorporación de Etxeberria en el calendario oficial de Cibeles fuera del Ego. Etxeberria, diseñador vasco de pura cepa, es uno de los grandes talentos que maneja con exquisita meticulosidad la calidad y el diseño. Además de un gran artista, una maravillosa persona que he podido conocer. Le deseo lo mejor y que su trabajo siembre un éxito afín.
Un año más la moda española intenta sobrevivir y darse un hueco entre las grandes pasarelas internacionales con nuevas entradas y grandes bajas. Creo que los límites lo marca el conservadurismo que se respira en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. Pienso que hace falta más creatividad a la hora de afrontar la crisis que nos asecha. Una Cibeles loca sin tabús que se deja llevar por los impulsos del arte sin seguir normas de conducta sino de existencia. En esta 57 edición se ha demostrado un ápice de ese desenfado. ¡Se hizo la luz! Hasta la próxima.
